lunes, 19 de diciembre de 2011

me sabes a llanto fermentado,
a piel mojada, a besos cansados,
a noche de estrellas, cometas,
                               y labios rotos.

Tu piel  maldita incendia mis huesos
en tenues llamas que muerden el silencio;
envuelta como siempre en tu sombra
traspasas mis ecos, inmisericorde dama extraña.

Con tu sudor volcánico consumes la noche
sangre, vida, rencor, sexo, ¿dolor?
 ahondas la brecha  de mis pasiones
¡Mujer! no miro ahora tus manos,
ni el dolor  de tu nombre puede ya alcanzarme
ajeno a ti, desnudo entre sabanas de alquiler
contemplo ¿tus ojos?
¿ tus labios, malgastados de besos anónimos ?
qué son tus lágrimas muertas,
qué arcano vacío hay entre nosotros.

¿Que comunión muerta pudo existir
un día en nuestros caminos?

Me sabes a recuerdo inventado
                                      y bueno
de tardes de sol y playa sin tiempo,
me saben estas caricias tuyas
a otras caricias antes solo mías
y esta tu piel que dibujo entre mis ganas
evoca otros mundos perdidos en algún sendero.

Miro tu sexo desnudo en la penumbra
y el sabor de la dulzura y el olvido
 me trepan al alma,
busco a tientas una pista de tu misterio
un palabra, un gemido...

Me sabes a oscuridad añeja,
a sueño extraviado, a placer impío.

domingo, 16 de octubre de 2011

ritual

Camino de a poco hacia tus abismos,
en procesión, noctámbulo,casi triste.
En silencio,
solemnemente bajo la lluvia.
Hechicera, me dirijo a ti,
a esa tu piel morena y caribe,
quiero perderme en tu perfume marino
en esa noche de algas que has inventado,
sigiloso hundido en la penumbra
me dejo arrastrar de estas mis playas conocidas
desciendo a la oscuridad salina de tus mares
¡universo ínfimo!

Mis besos ajenos, pesados
que se desbordan insanos hacia ti
y tú, esclavizante, tentadora flor varada,
oscura  ¡maldita!, maldita y sin nombre;
y estas ramas, y trepadoras hojas
que axfisian las tierras,
devoradoras insaciables de tus días 
oh, la dulce muerte del olvido,
savia inagotable, ah, el vértigo de tus labios
vórtices, brasas, mieles, hechizos...
toda de mar e infierno atormentada
infinito cáliz hirviente y sombrio
toda agonía, vasta agonía  del deseo
donde las culpas ahogan las huellas del camino.
 




















miércoles, 5 de octubre de 2011

Oceánica triste y solitaria
ah, mujer de arena,
de rumor de hojas, de gemidos.
Emboscada, atada, rota la noche,
las gotas ensangretadas,
ay mujer mujer
tus labios en llanto,
piel ajena y sudor volcánico,
pausa inmediata del crepúsculo.

Con la penumbra y el cansancio
del día último, gritos moribundos
buscan tu nombre, sediento de ti
ebrio y maldito, profano.
¡Mujer eterna, furia, rabia y dolor y silencio!
desandas los pasos olvidados
los cantos viejos,
rumor de voces muertas
de pájaros mudos y ciegos
mujer abismo violento y dudas;
golpes de tierra sacuden tu pecho,
ah, las lágrimas ¡mujer herida!
piedra marina incendiada
en las brasas del tiempo.

jueves, 29 de septiembre de 2011

de cuando no estás

Tengo gusto por las playas,
las playas solitarias sobretodo;
esas donde mis pensamientos
no suelen perderse
donde la arena puede ser cómplice
de mis absurdos
donde me basta murmurar tu nombre
para estar contento.

Esas playas en donde mis pasos
no van a ninguna parte
donde el tiempo puede detenerse
por las tardes
donde nunca la tristeza
puede alcanzarme

Me gustan las olas nocturnas
esas violentas, que sin pena
se llevan mis garabatos
bosquejos absurdos
y letras sin nombre.

me gustan las playas sin dueño
donde puedo vagar sin rumbo,
en espera de verte algún día llegar.

silencios

cuando corras en la arena eterna
cuando la tarde se acabe
cuando mires las rosas mudas
cuando las playas se alejen con la luna
y el viento cansado se retire
cuando ya los perfumes duerman
cuando mires a lo lejos
y el eco de las nubes cese
y tus labios acezantes pierdan el brillo
cuando sientas el beso de la noche aproximarse
cuando tus ojos deliren sin saberlo
cuando de la miel no quede gota
cuando en tus sienes las estrellas caigan,
pesadas y efímeras
cuando la sal marina carcoma tus prendas
cuando de las palabras no queden sino atisbos
indescifrables de nuestras voces
cuando el silencio se levante dueño y señor de todo
cuando del amor sólo nos quede el recuerdo






miércoles, 28 de septiembre de 2011

se han caído los años

-Se han caído los años

Sin darnos siquiera tiempo a nada
fueron apilándose a montones bajo las lluvias
se les escuchaba caer en oleadas por la noche
llenaron nuestras calles sin nombre;
eran un espectáculo macabro
sus lamentos y maldiciones
frente a las miradas carroñeras de los perros tristes.

La gente lloraba de verlos ahí tendidos
inmóviles, agonizantes algunos,
dueños de otros tiempos,
de viejos recuerdos empolvados.
Muertos, gritaban las mujeres...
Muertos
Ensangrentados
Mutilados.

Era difícil caminar entre tantos,
sufrir su pestilencia impregnándose a todo,
las madres nos prohibían los juegos en las aceras.
Por las tardes sólo podíamos mirar por la ventana
a las víctimas de Nadie.

(Los hombres fumando en silencio
siempre solos
mirando la nada
cobardes y valientes
cansados e insensibles)

Nunca más hubo vida,
nunca más volvieron la risas,
como si el tiempo nos hubiera borrado a todos de su memoria.










sábado, 24 de septiembre de 2011

rabia

Respiraciones que se pierden,
gemidos que se apagan,
labios carmesí entre sombras,
exigiendo un último esfuerzo imposible.

Asaltos de locura, de incierto deseo:
frustración del placer inconcluso
miradas cortantes, miradas malditas,
silencios bastardos de la noche,
todo muerte, todo abandono,
desierto infinito,
axfisiando, desgarrando,
rompiendo las ganas,
las putas ganas.